Seguramente una gran mayoría nos hemos encontrado con mensajes de este tipo, en emails, Facebook o navegando por Internet. No hace falta que transcriba lo que pone, porque seguramente habéis podido leerlo y comprenderlo sin ningún problema. La idea está clara: cuando nos enfrentamos a una palabra, la leemos como un todo y le damos un significado.
¿Esto ocurre siempre? NO.
De manera muy básica: esto pasa porque la lectura se hace a través de dos vías distintas aunque complementarias: la vía léxica y la vía subléxica. ¿Para qué sirve cada una de ellas? Principalmente para leer palabras conocidas y palabras desconocidas. Nuestro idioma es transparente, esto quiere decir que cada una de nuestras letras tiene un sonido (y las excepciones siguien siempre unas reglas, por ejemplo la C de Casa se pronuncia distinto que la C de Cereza). Esto no pasa con otros idiomas como el inglés, en el que en función de las palabras, las letras tienen un sonido u otro. Por ejemplo, el nombre «Sam» y la palabra «same» aunque tienen la misma sucesión de letras «S – A – M», la A se pronuncia de manera distinta. Al inglés se le denomina un idioma opaco.
La vía léxica se activa cuando leemos palabras que conocemos. Sin embargo, cuando leemos una palabra por primera vez, sí que es necesario convertir los grafemas (letras) en fonemas (sonidos) y con todo, dar un significado (si es que tiene). A esta vía de lectura se le llama subléxica. Por ejemplo, si leéis MOPINO, como es una pseudopalabra (o palabra inventada) tenemos que leer letra a letra y convertir los grafemas en fonemas. En este caso, no activamos ningún significado, porque no lo tiene. La vía léxica es la que hemos activado para leer el texto de la imágen. Como a lo largo de nuestra vida nos hemos expuesto a la lectura de palabras, somos capaces de, viendo unos detalles, saber de qué palabra se trata sin necesidad de analizar cada uno de sus grafemas.
Nuestro cerebro va guardando todas las palabras que conocemos (en el almacén léxico) y por eso somos capaces de reconocerlas y comprenderlas tan rápido. Esta es la vía léxica de la lectura y es la que nos permite leer Hollywood y pronunciarlo así /ˈhɑl·iˌwʊd/.