La cognición y el movimiento siempre van de la mano. En este caso, no nos movemos por solo musculatura contrayéndose, sino siempre hay una intencionalidad básica, la persona realiza o realizará una acción.
En este estudio:
“Progressive treadmill cognitive dual-task gait training on the gait ability in patients with chronic stroke”, se investigó sobre la recuperación de la marcha en personas que han sufrido un ictus, donde realizaron una comparativa entre dos grupos: Un 1er grupo en el que solo se trabajó la deambulación en un tapiz rodante, y en el 2o se añadieron tareas cognitivas específicas durante el entrenamiento de la marcha, en las mismas condiciones.
El hecho es que se entrenaron tareas cognitivas como nombrar números del 1 al 100 aleatoriamente y sin repetirlos, distinción de «Rojo-Sí y Azul-No» usando placas de color experimentales mientras el sujeto caminaba (Hollman et al., 2007), restas aritméticas (por ejemplo, 100-3 y 100-48), sumas aritméticas (por ejemplo, 100 + 7 y 100 + 12), y la creación de palabras, usando una consonante dada. Finalmente, memorizar objetos y recitar números telefónicos, palabras, direcciones y precios.
Los resultados fueron estadísticamente significativos y más favorables en los sujetos que realizaron el entrenamiento de la marcha con tareas cognitivas, siendo una modalidad llamada de doble tarea. El hecho es que mejoraron tanto en la longitud de zancada como en los tiempos de apoyo del lado afectado y del lado no afecto.
Así pues, la búsqueda de tareas cognitivas mientras se deambula, es favorable para la recuperación de dicha actividad, pudiendo ser de esta manera automatizada tal y como se necesita en la vida diaria.
Para más información: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6222158/