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La Espasticidad: Un Obstáculo, No el Centro de la Vida

La Espasticidad: Un Obstáculo, No el Centro de la Vida 264 375 admin

Cuando se habla de espasticidad, es común asociarla con un muro que separa a las personas de su funcionalidad y calidad de vida. La espasticidad, esa rigidez muscular que surge como consecuencia de enfermedades neurológicas como la parálisis cerebral, el ictus, la esclerosis múltiple o las lesiones medulares, suele ocupar el centro de la discusión en terapias, consultas médicas y objetivos de tratamiento. Sin embargo, ¿no hemos sobreestimado su importancia?

La realidad es que la espasticidad no debería convertirse en el eje absoluto de nuestras preocupaciones. Es innegable que puede ser incómoda y, en algunos casos, incluso incapacitante, pero concentrar todos los esfuerzos en «eliminarla» puede hacernos perder de vista algo mucho más crucial: la plenitud y funcionalidad de la persona. Hay vida más allá de la espasticidad, y es posible vivir con ella mientras se construye una existencia activa, significativa y satisfactoria.


La Espasticidad: ¿Enemigo o Compañero?

La espasticidad no siempre es completamente negativa. En algunos casos, esa rigidez puede incluso ser funcional. Por ejemplo, para alguien con debilidad severa en las extremidades inferiores, cierta espasticidad en las piernas puede ayudar a mantenerse de pie o a caminar, compensando la falta de fuerza. Eliminarla de manera indiscriminada, a través de medicación agresiva o intervenciones quirúrgicas, podría dejar a la persona en una posición peor: una total falta de movilidad.

Esto no significa que debamos ignorar sus efectos negativos, como el dolor o las contracturas que dificultan la vida diaria. Más bien, se trata de replantear nuestras prioridades y entender que «curar» o controlar la espasticidad no siempre es sinónimo de mejorar la calidad de vida.


El Verdadero Objetivo: Una Vida Plena y Funcional

La verdadera meta no debería ser un cuerpo libre de espasticidad, sino una vida funcional y activa, en la que la persona se sienta bien consigo misma y capaz de participar en actividades significativas. Esto implica aceptar que la espasticidad puede ser una secuela permanente, pero no tiene por qué definir a la persona ni limitar sus aspiraciones.

Lo más importante es fomentar estrategias que permitan a las personas adaptarse a su situación y desarrollar un sentido de control sobre su cuerpo y su vida. Esto incluye:

  • Terapias personalizadas: Centradas en maximizar las capacidades funcionales de la persona, en lugar de obsesionarse con eliminar la espasticidad.
  • Herramientas de adaptación: Como dispositivos de movilidad, órtesis o ejercicios específicos que potencien las habilidades del individuo.
  • Aceptación personal: Trabajar en la salud mental para que la persona acepte su cuerpo tal como es, encontrando fortaleza en sus logros en lugar de enfocarse en lo que «podría ser».

Reenfocar la Perspectiva

Nuestra sociedad tiende a medir la calidad de vida en términos de «normalidad física», y eso es un error. La funcionalidad y el bienestar no siempre pasan por el cumplimiento de estándares ideales. Hay personas con espasticidad severa que viven vidas plenas, disfrutando de sus pasiones, manteniendo relaciones significativas y contribuyendo a la sociedad. Por el contrario, también hay quienes, libres de espasticidad, no logran sentirse plenos porque sus objetivos se han centrado únicamente en su cuerpo, descuidando su bienestar emocional y social.

En lugar de centrarnos exclusivamente en la espasticidad, deberíamos preguntarnos:

  • ¿Puede la persona participar en actividades que le importan?
  • ¿Se siente valorada, incluida y empoderada en su entorno?
  • ¿Tiene herramientas y recursos para adaptarse a las limitaciones físicas que pueda tener?

La Vida Más Allá de la Espasticidad

La aceptación es una palabra poderosa. No significa resignación, sino entender que nuestro valor como personas no se define por nuestras limitaciones físicas, sino por cómo las enfrentamos y encontramos maneras de vivir plenamente con ellas. Enfocar la rehabilitación y la vida misma desde esta perspectiva nos libera de perseguir un ideal inalcanzable y nos permite redescubrir el potencial que existe en el presente.

La espasticidad no debería ser vista como el enemigo a derrotar, sino como un obstáculo más en el camino hacia una vida significativa. Si logramos mirar más allá de ella, no solo podremos encontrar soluciones más humanas y funcionales, sino también fomentar un cambio en cómo concebimos el bienestar y el éxito tras una enfermedad neurológica.

En última instancia, lo que importa no es cuán rígido está un músculo, sino cuán flexible es nuestra mente para adaptarnos, crecer y seguir adelante.


¿Estás de acuerdo con este enfoque? ¿Qué más podríamos hacer como sociedad para cambiar esta perspectiva?

La Asombrosa Neuroplasticidad del Cerebro: Un Poder para Transformar Vidas

La Asombrosa Neuroplasticidad del Cerebro: Un Poder para Transformar Vidas 1280 720 admin

En Neurofunción, nos dedicamos a acompañar a nuestros pacientes en sus procesos de recuperación, y cada día nos maravillamos más con el cerebro humano y su capacidad para adaptarse y reinventarse. Esta capacidad, conocida como neuroplasticidad, es una de las características más espectaculares del cerebro, y nos demuestra que nunca es tarde para aprender, recuperar habilidades o incluso compensar funciones dañadas. 

Hoy queremos llevarte a un viaje fascinante por la neuroplasticidad, explorando no solo cómo funciona, sino también algunos casos peculiares que han revolucionado el campo de la neurociencia.

¿Qué es la Neuroplasticidad?

La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales. Esto ocurre a lo largo de la vida, ya sea como respuesta a lesiones, aprendizajes o incluso a cambios en nuestro entorno. 

Cuando ocurre un daño cerebral, como en el caso de un accidente cerebrovascular o un traumatismo, el cerebro puede «reprogramarse» para que otras áreas asuman las funciones que antes realizaban las áreas lesionadas. Este proceso es la clave de muchos tratamientos en neurorrehabilitación, y es la base científica que inspira nuestro trabajo diario en Neurofunción.

Casos Extraordinarios que Demuestran la Capacidad de la Neuroplasticidad

Aunque la neuroplasticidad es un fenómeno que todos vivimos, hay casos que realmente asombran por la magnitud de las adaptaciones cerebrales. Aquí algunos ejemplos que han marcado un antes y un después en la neurociencia:

El Hombre que Vivió Sin Gran Parte de su Cerebro

Un caso divulgado ampliamente fue el de un hombre francés que vivió una vida aparentemente normal, ¡a pesar de haber perdido el 90% de su cerebro! A través de una tomografía, los médicos descubrieron que gran parte de su masa cerebral había sido reemplazada por líquido debido a una condición llamada hidrocefalia. Sin embargo, este hombre trabajaba, tenía familia y podía desenvolverse en su día a día. Este caso demuestra cómo el cerebro puede reconfigurarse para mantener funciones esenciales, incluso con recursos limitados.

La Mujer que Descubrió su Ceguera a los 48 Años

En otro caso sorprendente, una mujer llamada Milena Canning, quien quedó ciega tras un accidente, comenzó a experimentar un fenómeno llamado visión ciega. Aunque su cerebro no procesaba imágenes visuales conscientemente, otras áreas se reorganizaron para interpretar señales visuales indirectas, permitiéndole percibir ciertos movimientos o luces. Este caso pone en evidencia cómo el cerebro puede encontrar rutas alternativas para interpretar la información sensorial.

La niña a la que le suprimieron medio cerebro.

Cameron Mott, de 6 años, sufría una rara enfermedad llamada síndrome de Rasmussen que causaba ataques epilépticos severos. Se sometió a una hemisferectomía para eliminar el hemisferio derecho de su cerebro. Su cerebro izquierdo compensó la pérdida, y eventualmente pudo caminar, hablar y tener una vida funcional.

Este es otro ejemplo impresionante de la neuroplasticidad, especialmente en niños.

Si te metes con el cuerpo calloso…

Pacientes con epilepsia severa se sometieron a una cirugía que cortó el cuerpo calloso (conexión entre los hemisferios cerebrales). Estos pacientes desarrollaron comportamientos curiosos: el hemisferio izquierdo (verbal) no podía comunicarse con el derecho (espacial), llevando a comportamientos como que una mano intentara hacer algo contrario a la otra.

Este caso, (Roger Sperry 1960), demostró cómo los hemisferios cerebrales tienen funciones especializadas y cómo el cuerpo calloso permite la comunicación entre ellos.

 

¿Qué Nos Enseña la Neuroplasticidad en la Neurorrehabilitación?

En Neurofunción, aplicamos este conocimiento en cada tratamiento, ayudando a nuestros pacientes a aprovechar al máximo la capacidad de su cerebro para reorganizarse y recuperarse. Algunas de las estrategias que usamos incluyen:

Terapia ocupacional para entrenar nuevas habilidades y promover la independencia.
Neuropsicología para fortalecer áreas específicas del cerebro.
Fisioterapia para restaurar conexiones entre cuerpo y cerebro.

Logopedia para entrenar capacidad de deglutir o de comunicación.

 ¿Qué opinas de la neuroplasticidad? Déjanos tus comentarios y comparte esta entrada con quienes necesiten un recordatorio de que siempre hay esperanza. 

Metabolismo y paciente neurológico

Metabolismo y paciente neurológico 841 580 admin

El sistema metabólico apenas se tiene en cuenta en el paciente neurológico como uno de los factores que pueden determinar la calidad de vida de estos sujetos, dado que la presentación de comorbilidades está muy presente así como otros factores de riesgo derivados del propio sedentarismo.

Estamos hablando aparte de la problemática principal como haber sufrido un DCA, o patologías del tipo Esclerosis Múltiple, Parkinson, entre otras, otras presentes como pueden ser HTA, Diabetes tipo II, hipercolesterolemia, problemas cardiovasculares, obesidad… Muchas de ellas presentes en cuadros clínicos ya de por sí complicados, donde romper con el sedentarismo puede ser la llave hacia la reversibilidad de éstas en algunos casos.

Quiero dejaros una pequeña infografía que da visibilidad a ésta problemática, y es que nos hemos centrado TANTO en el sistema nervioso, que nos hemos olvidado todos los factores derivados de otros sistemas y que podemos incidir directa o indirectamente a través del ejercicio programado y el incremento de actividad física teniendo en cuenta las capacidades presentes de nuestros pacientes.

De nuevo, como protagonistas en el ejercicio, vemos que el trabajo de la fuerza es una de las claves a tener en cuenta, donde el incremento de la masa magra nos lleva a un mayor consumo metabólico por parte del organismo, así como la reducción de la masa lipídica en el paciente para disminuir los niveles inflamatorios en sangre, entre otros biomarcadores. Además, lógicamente, incrementar la fuerza supone un cambio en las capacidades de los pacientes, y esto nos lleva al marco de trabajo de la funcionalidad y la participación, siendo así, el incremento de la calidad de vida de éstos pacientes.

Además, no podemos dejar de lado el trabajo cardiorespiratorio, donde de nuevo la capacidad y las adaptaciones a medio y largo plazo en la resistencia van a verse comprometidas hacia un cambio positivo, pero esto además, influye en el incremento de oxigenación y nutrientes para un cerebro lesionado, un cerebro que intenta adaptarse tras un daño mediante la muy mencionada neuroplasticidad, siendo el factor neurotrófico BDNF el sustrato en el que se pueda desarrollar la sinaptogénesis, generando nuevas rutas funcionales para la recuperación.

Por tanto y vamos cerrando, fuerza y resistencia dentro del sistema metabólico, así como los incrementos de la actividad física implicada durante el día, son acciones que repercuten en la salud del paciente, siendo determinantes a tener en cuenta en la neurorrehabilitación. El cambio de hábitos saludables, romper con el sedentarismo, el trabajo de fuerza y resistencia, entran en la vida del paciente, desde la educación y desde el cambio de conducta. Ese es el éxito, y depende de muchos factores, quizás demasiados.

 

Bibliografía:

  • Kemps H, Kränkel N, Dörr M, Moholdt T, Wilhelm M, Paneni F, Serratosa L, Ekker Solberg E, Hansen D, Halle M, Guazzi M. Exercise training for patients with type 2 diabetes and cardiovascular disease: What to pursue and how to do it. A Position Paper of the European Association of Preventive Cardiology (EAPC). Eur J Prev Cardiol. 2019 May;26(7):709-727. doi: 10.1177/2047487318820420. Epub 2019 Jan 14. PMID: 30642190.
  • Kanaley JA, Colberg SR, Corcoran MH, Malin SK, Rodriguez NR, Crespo CJ, Kirwan JP, Zierath JR. Exercise/Physical Activity in Individuals with Type 2 Diabetes: A Consensus Statement from the American College of Sports Medicine. Med Sci Sports Exerc. 2022 Feb 1;54(2):353-368. doi: 10.1249/MSS.0000000000002800. PMID: 35029593; PMCID: PMC8802999.
  • Kim Y, Lai B, Mehta T, Thirumalai M, Padalabalanarayanan S, Rimmer JH, Motl RW. Exercise Training Guidelines for Multiple Sclerosis, Stroke, and Parkinson Disease: Rapid Review and Synthesis. Am J Phys Med Rehabil. 2019 Jul;98(7):613-621. doi: 10.1097/PHM.0000000000001174. PMID: 30844920; PMCID: PMC6586489.

 

 

 

 

Alexander Fleming y la capacidad para la observación

Alexander Fleming y la capacidad para la observación 296 170 Elena Herrera Gómez

Dra. Renée Ribacoba

El  11 de marzo se han cumplido 65 años del fallecimiento de Sir Alexander Fleming. Si, aunque no lo creas, el Dr. Fleming fue armado caballero por Isabel II en 1944. Así su reina reconocía el valor del héroe desconocido que no salía en las películas, pero que sin duda, se lo puso difícil a la muerte, porque por fin los heridos de la batalla de Normandía pudieron recibir penicilina.

Alexander procedía de una familia campesina, quedó huérfano a los 7 años. Así que desde niño aprendió a desarrollar sus capacidades y aprovecharlas al máximo A los 20 años, tras el cobro de una herencia y la obtención de una beca pudo acceder a los estudios de medicina  en el St. Mary ’s Hospital Medical School de Paddington. Allí inició su andadura el gran observador. Muchos no lo saben, pero antes que la penicilina descubrió la lisozima una enzima con poder bactericida presente en el moco nasal. Y sabes como fue?: un paciente estornudó en su laboratorio, debió ser un gran estornudo porque contaminó algunas placas de crecimiento bacteriano. Entonces ció que en algunas de ellas se inhibía el crecimiento bacteriano. Comprendió que nuestro cuerpo tiene defensas naturales no nocivas para el organismo y que nuestras secreciones tienen una función protectora.

Mas adelante, en 1926, cuando un hongo, el Penicilium notatum contaminó una de sus pacas de Sataphylcoccus aureus se sorprendió al ver que el tal hongo impedía el crecimiento de la bacteria  haciendo un halo limpio a su alrededor. Enseguida comprendió que se trataba de un fenómeno de antibiosis y que se encontraba frente a un  arma terapéutica inédita. Las dificultades para conseguir un producto estable y purificado que pudiera ser aplicado en el humano hicieron que el descubrimiento pasara inadvertido en un período entreguerras. Su oportunidad surgió cuando se destina algo de dinero a la investigación y H. Florey, un patólogo australiano asociado a E. Cham, un químico alemán refugiado consiguen estabilizar el producto y hacerlo seguro para el uso humano. Así que tengo entendido que en el año que se estrenó la penicilina le hicieron caballero. Ese detalle de la monarquía inglesa de honrar  a sus ciudadanos ilustres, a pesar de que algunos han sido piratas. Pero a que es una bonita historia.

¡¡¡ Muchas gracias Sir Alexander, en lo que a mi respecta me ayudaste con muchas meningitis y neurolues !!!

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