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Gijón

Heminegligencia

Heminegligencia Sergio Rodríguez Menéndez


Allegri define la heminegligencia como la dificultad que posee el paciente para orientarse, actuar o responder a estímulos o acciones que ocurren en el lado contralateral a la lesión hemisférica, es decir, al hemicampo visual contrario al lado de la lesión. Se trata de un problema atencional, en el que el paciente tiene problemas para responder a estímulos en el lado contralateral a la lesión. Ocurre tras lesiones cerebrales unilaterales, específicamente en el hemisferio derecho, por lo tanto las personas afectadas tendrán problemas para integrar estímulos en el lado izquierdo.

Entre las diferentes distinciones que se hacen de la heminegligencia, destacamos la que divide el trastorno según el tipo de disfunción que genera, llamándolo atencional (sensorial) o intencional (motor). Cuando se habla de atencional se refiere a los fallos que se producen en los procesos responsables de la percepción del estímulo contralesional. Cuando se habla de heminegligencia intencional se refiere a los fallos en los procesos de respuesta activa hacia el lado contrario a la lesión.  La experimentación ha disociado esta tipología, amparada por los resultados obtenidos en el campo anatómico, donde las lesiones en el llamado intencional se refieren a las áreas frontales, mientras que las referidas al campo atencional se relacionan con las parietales.

Por todo ello, es un gran problema a la hora de llevar a cabo nuestras Actividades de la Vida Diaria ( AVD), ya que las personas que sufren este síndrome presentan problemas a la hora de comer, ya que sólo se comen la mitad del plato, problemas a la hora de vestirse, a la hora de deambular ( se llevan por delante marcos de las puertas), en la ducha ( se enjabona medio cuerpo), entre otros. Por eso, es muy importante llevar a cabo una correcta valoración para determinar el nivel de afectación y la tipología que presenta. Uno de los test mas conocidos por su fácil aplicación y rapidez es el BIT(Behavioral Inatention) donde se trabaja con seis tipos de test: cancelación de líneas, cancelación de letras, copiado de figuras, cancelación de estrellas,bisección de líneas y dibujo representacional. Pero este no es el único, existen otros como el Test del Reloj, el Test de Albert el Test de las campanas…

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A la hora de tratar a este tipo de pacientes, podemos encontrarnos desde tratamientos muy sencillos y de fácil aplicación, a técnicas complejas. Algunos ejemplos de tratamiento son los siquientes:

Entrenamiento en escaseado

Es probablemente el más sencillo y el más empleado. Consiste en instar al paciente a seguir una serie de instrucciones, que van desde meras órdenes verbales al entrenamiento incidental del movimiento de los ojos.Considerado como un tratamiento de abajo a arriba, intenta provocar en el paciente una mejora de su intención motora, haciendo de la corrección postural un puente a la rehabilitación cognitiva.

Parches hemianópicos

Se trata de parches que impiden la visión del ojo derecho de forma que se fuerza al paciente a mirar con el izquierdo todo lo que le permita su campo visual. Aunque se consigue que los pacientes miren hacia el lado contralateral, se han dado problemas de tolerancia entre los pacientes para permanecer un tiempo duradero con el parche.

Entrenamiento en exploración visual

En este tipo de tratamiento se alternan sesiones de entrenamiento con pequeños descansos; en una primera parte el paciente debe seguir los movimientos de un lápiz que mueve el terapeuta hacia el lado ipsilesional y contralesional en los ejes horizontal y diagonal de su línea de visión (Kerkhoff, 1998). En segundo lugar se hace un programa de entrenamiento de los movimientos sacádicos para lograr mayor precisión en el lado contralesional sin mover la cabeza.

Estimulación calórica

Este tratamiento consiste en introducir agua fría en el oído para demostrar la existencia de una afectación del sistema vestibular, encargado de la orientación del cuerpo (se alía a la información propioceptiva para modular la postura corporal). Se aplica agua fría en el oído contralesional o agua caliente en el ipsilesional produciéndose una desviación de la mirada en la dirección opuesta.

Estimulación optokinética

Se basa en asumir que la onda lenta de movimiento del ojo (nistagmo) producida hacia la izquierda puede facilitar los cambios en el sistema atencional del paciente con heminegligencia. Esta estimulación puede producirse pidiéndole al paciente que mire una honda de movimiento lento, por ejemplo presentando los estímulos objetivo sobre un fondo en movimiento de forma que se logra captar la atención del paciente hacia el lado izquierdo.

Referencia

  1. http://www.ugr.es/~setchift/docs/tesina_elvirasalazar.pdf   – Aquí podreis leer en que consisten cada una de las técnicas de tratamiento aquí resumidas.

Comunicar no sólo es lenguaje verbal

Comunicar no sólo es lenguaje verbal FisioAso

La comunicación verbal es un elemento relacional entre dos individuos que quieren expresar algo, con un mismo tipo de código entre el emisor y el receptor. Ahora bien, cuando la capacidad de transmitir de forma verbal por parte de las personas afectadas con algún tipo de afección neurológica se ve alterada, perdemos supuestamente cantidad de información, puesto que hemos sido instruidos en el código verbal durante toda nuestra educación/vida, olvidando así toda esa capacidad de observación no verbal que teníamos de forma «natural».

Y es que la comunicación se corta en el momento que nuestros pacientes no pueden expresarse de forma verbal, culpando de ésta manera al emisor (el paciente) cuando realmente quienes están limitados en la capacidad receptora somos nosotros (los profesionales), incapaces de interpretar las expresiones, el lenguaje corporal, las manifestaciones clínicas, muecas, gritos, balbuceos, etc. y por tanto, podríamos ser los culpables de que la comunicación pase por un «firewall» o muro de filtraje de mensajes, perdiendo así información elemental en la comunicación.

Además, también tenemos el caso contrario, que seamos nosotros el emisor y el paciente el receptor, con la pérdida de comprensión hacia el lenguaje verbal. ¿Cómo nos comunicamos entonces? ¿Cómo explicamos a la persona afectada que tiene que realizar un ejercicio de una manera concreta u otra?

En la primera situación, la importancia observacional tiene especial relevancia, y hablamos de observar con los 5 sentidos. Es por ello, que cuando la persona entra por la puerta, debe requerirnos un esfuerzo cognitivo de análisis, toda nuestra atención dirigida hacia la observación de postura, conductas, expresiones faciales, emisión de sonidos, entorno implícito y explícito, acompañantes, etc. dónde a base de entrenamiento y experiencia, se adquiere este tipo de habilidades donde poco a poco, se van reconociendo patrones que te llevarán a formular rápidamente hipótesis (acertadas o no), que posteriormente deberás ir falsando, poniendo a prueba con los recursos que tengas. Durante la estancia del paciente en tu intervención clínica, la emisión de información por parte de la persona afectada, es continua, y hay que estar atentos a la relevancia de ésta. Suele ser común, que durante los tratamientos de fisioterapia (hablo desde el campo que más o menos conozco) aparezcan manifestaciones del sistema nervioso simpático o parasimpático, ya que tras una movilización intensa del sistema nervioso, existen respuestas, como podrían ser sudoración, enrojecimiento de la piel (sobretodo mejillas), mareos, aceleración del pulso, etc. y la necesidad de tenerlas en cuenta es imperiosa, puesto que ello indica que te has pasado en intensidad de tratamiento. Por otro lado, puede pasar el caso contrario, que nuestro paciente esté nervioso, inquieto, con movimientos repetitivos y estereotipados, y que si tras una movilización del sistema nervioso, cambien, planteándonos la necesidad que tiene la persona de moverse, para mejorar tanto su estado cognitivo (sí, cuando alguien está nervioso o le duele algo, en el momento que cambia ese malestar, la persona puede atender, concentrarse en lo que se le pide) como el físico y de su entorno (adecuarlo para motivar a explorar y despertar motivos por los que se mueva).

Por otro lado, cuántas veces nos vemos en la tesitura de pacientes con afasia, que no sabemos si entienden nuestras palabras, o con algún tipo de problema cognitivo, comprenden los supuestos ejercicios que les hemos planteado para que puedan recuperar su estado físico, con el movimiento y la función que ello implica. Es por eso, que una entrada sensorial como el tacto (sí, los fisios somos muy tocones), expresa intencionalidad, guía o invitación a la ejecución de un movimiento, que obviamente tenga sentido para el paciente. Y el sentido del paciente está en el entorno. A ello nos referimos a la adecuación de las características del entorno, de los objetos que vaya a manipular, tengan tanto una relevancia como una significación para la persona, puesto que por ejemplo, si ofrecemos un vaso de agua (como elemento a rehabilitar), que sea porque el paciente tenga sed. Ah, y que haya agua en el vaso, por supuesto…

 

Bibliografía:

Noordzij ML, Newman-Norlund SE, de Ruiter JP, Hagoort P, Levinson SC, Toni I. Neural correlates of intentional communication. Front Neurosci 2010 Dec 8;4:188.

H&M

H&M Elena Herrera Gómez

Para muchas personas, HM puede que solamente sea una tienda de ropa, para neurofrikis como yo, HM es todo un clásico de la NEUROpsicología. Hasta hace poco tiempo solamente se sabían sus iniciales, ahora ya se sabe que se llamaba Henry Gustav Molaison y que “gracias” a la epilepsia que sufría, se conoció el papel del hipocampo en la formación de las memorias.

Para eliminar los ataques epilépticos de HM, el neurocirujano Scoville le extirpó gran parte del lóbulo temporal de ambos lados del cerebro, que incluía el hipocampo, la corteza parahipocampal, la corteza entorrinal, el uncus y parte de la amígdala. Desde ese momento, HM pasó de tener varias crisis diarias, a solamente una al año,  pero el costo fue grande, fue incapaz de crear nuevos recuerdos. Se quedó atrapado en los 27 años (la edad que tenía cuando le operaron) durante 55 años y se convirtió en uno de los pacientes más famosos de la historia de la neurología.

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Tras la operación era casi incapaz de generar nuevos recuerdos y aprender conceptos. Sin embargo, su lenguaje, habilidades perceptivas, su atención y memoria de trabajo eran normales. Era capaz de retener la información unos pocos segundos, pero cuando era preciso codificarla para su almacenamiento, ahí HM fallaba. Era capaz de mantener una conversación corta, pero unos minutos después no recordaba lo que habló ni con quién. Henry murió en 2008, y fue entonces cuando pudo examinarse su cerebro en profundidad. Ya en 1993 se hizo una resonancia magnética y se observó que tal y como Scoville había planeado, la lesión era simétrica en ambos lóbulos temporales, sin embargo, era más pequeña de lo que había estimado.

Gracias al estudio postmortem y a las técnicas de neuroimagen que existen en la actualidad se ha podido confirmar y ampliar el conocimiento sobre las lesiones y las manifestaciones de HM. Se sabe que la extirpación de las estructuras hipocampales en HM rompieron las conexiones bidireccionales con otras áreas de la neocorteza implicadas también en la consolidación de la memoria a largo plazo. Principalmente el hipocampo anterior, el posterior se mantuvo prácticamente intacto y es el que permitió preservar las habilidades perceptivas y ciertos procesos de aprendizaje. Los problemas de HM para expresar y reconocer emociones también se relaciona con la extirpación de parte de la amígdala, pero de nuevo son las conexiones con otras áreas las que pueden estar explicando estos déficits.

Tanto el avance en las técnicas, como en el conocimiento del funcionamiento de las memorias y otras funciones cognitivas, nos permite reinterpretar los déficits que presentaba Henry. Su caso sentó las bases del conocimiento sobre la implicación del hipocampo en la formación de recuerdos. Sin embargo, poco a poco hemos ido sabiendo que si bien las estructuras son importantes, las conexiones con otras áreas del cerebro lo pueden ser aún más.

Referencias:

– Annese, J., Schenker-Ahmed, N. M., Bartsch, H., Maechler, P., Sheh, C., Thomas, N., … & Corkin, S. (2014). Postmortem examination of patient HM’s brain based on histological sectioning and digital 3D reconstruction. Nature communications, 5.

 

Analizando desde la fisioterapia y terapia ocupacional: El músculo, el protector

Analizando desde la fisioterapia y terapia ocupacional: El músculo, el protector FisioAso

Cuando observamos a un paciente neurológico, desde el punto de vista profesional de la terapia ocupacional y la fisioterapia, la tendencia que se tiene es a fijarse en el estado muscular así como las posturas que generan éstos. Es indudable que los músculos, mediante la contracción mantenida por el estado fisiológico del sistema nervioso, dan como clínica las llamadas contracturas musculares mantenidas, deformidades articulares, cambios estructurales como procesos fibróticos, edema, entre otras muchas, que son las observables y que llaman más rápidamente la atención, como podemos ver en la siguiente imagen:

PIE-EQUINO-VARO-POR-ACCIDENTE-CEREBRO-VASCULARSi analizamos el músculo, y la función que desarrolla en los pacientes neurológicos, así como en nosotros mismos, es la de obedecer. Y el músculo obedece a lo que el sistema nervioso le pide. Hay una frase que nombró el Dr. Sherrington (gran médico neurofisiólogo de antaño, 1857-1952) que particularmente me encanta: «El cuerpo no es más que el fiel reflejo del estado del sistema nervioso«. Si tenemos un cuerpo fuerte, fibrado, en forma, podemos hacernos la idea de que un sistema nervioso ha estado trabajando duramente durante un espacio de tiempo, exigiendo al resto de sistemas que sigan su ritmo. Y viceversa, si tenemos un cuerpo sedentario, ya podemos deducir que el sistema nervioso es realmente el «endeble», ya que podríamos poner a prueba su movilidad, su capacidad de reacción, su cognición, y hasta ver su pobre representación sináptica (en comparación con sujetos que practican deportes) en una resonancia magnética a nivel de representación cerebral (1, 2, 3, 4).

Otra de las funciones, no menos conocida e igual de importante, es el desarrollo protector. El músculo tiene una capacidad contráctil, y con ella, estabilizar o incluso fijar articulaciones (dependiendo del origen e inserción que tengan en los distintos huesos), que se vean comprometidas de algún modo, expuestas a un daño tanto externo como interno (como origen o causa de las mismas). Al inmovilizar dicha articulación, estructuras adyacentes como ligamentos, fascia, tejido conjuntivo, hueso, nervio, o  el tejido que sea, supone un cambio en la fisiología, mecánica, biología, y en conjunto, cambios en la estructura que lo conforman, que dependiendo cómo suceda, nos interesa o no. ¿Y por qué nos interesa? Pues porque si ha habido un daño en el tejido, la necesidad de inmovilizar para su inmediata reparación a través de mecanismos inflamatorios, restauran las capacidades biológicas y por ende, las funcionales de los tejidos. El problema viene cuando el tejido dañado ya reparado no tiene la capacidad funcional.

Por otro lado, el sistema nervioso si se ve agredido, y en consecuencia dañado por algún tipo de agresión interna o externa, su sistema de protección es ordenar al músculo una contracción protectora para inmovilizar la zona, ya que si se continua movilizando, puede generar mayor daño. ¿Cómo puede el sistema nervioso protegerse de ello? Pues a través de información nociceptiva, que generará una respuesta cerebral de dolor, y en consecuencia un espasmo muscular mantenido o intermitente (inmovilizador o limitante), todo ello comprendido desde la «periferia». Pero, ¿y si el daño se genera en el sistema nervioso central? Cerebro, tronco encefálico o médula espinal pueden verse afectados tanto por enfermedades neurodegenerativas, como por lesiones por daño cerebral o medular (traumatismos, ictus, hemorragias…), donde la necesidad de respuesta protectora es inminente. Es por ello, que la misma espasticidad puede plantearse como un suceso que desarrolla una función, la protección de un sistema nervioso dañado. Éste tipo de afirmación es una hipótesis, plausible, pero que estudios en tejido nervioso periférico y las contracciones musculares protectoras espontáneas confirman que el músculo protege al nervio (5, 6, 7, 8)

 

Bibliografía:

(1) Hillman CH. I. An introduction to the relation of physical activity to cognitive and brain health, and scholastic achievement. Monogr Soc Res Child Dev 2014 Dec;79(4):1-6.

(2) Jackson T, Gao X, Chen H. Differences in neural activation to depictions of physical exercise and sedentary activity: an fMRI study of overweight and lean Chinese women. Int J Obes (Lond) 2014 Sep;38(9):1180-1185.

(3) Herrmann SD, Martin LE, Breslin FJ, Honas JJ, Willis EA, Lepping RJ, et al. Neuroimaging studies of factors related to exercise: rationale and design of a 9 month trial. Contemp Clin Trials 2014 Jan;37(1):58-68.

 (4) Tseng BY, Uh J, Rossetti HC, Cullum CM, Diaz-Arrastia RF, Levine BD, et al. Masters athletes exhibit larger regional brain volume and better cognitive performance than sedentary older adults. J Magn Reson Imaging 2013 Nov;38(5):1169-1176.

(5) Mense S. Muscle pain: mechanisms and clinical significance. Dtsch Arztebl Int 2008 Mar;105(12):214-219.

(6) Yang Y, Dai L, Ke M. Spontaneous muscle contraction with extreme pain after thoracotomy treated by pulsed radiofrequency. Pain Physician 2015 Mar-Apr;18(2):E245-9.

(7) Liu J, Yuan Y, Zang L, Fang Y, Liu H, Yu Y. Hemifacial spasm and trigeminal neuralgia in Chiari’s I malformation with hydrocephalus: case report and literature review. Clin Neurol Neurosurg 2014 Jul;122:64-67.

(8) D’hooge R, Cagnie B, Crombez G, Vanderstraeten G, Achten E, Danneels L. Lumbar muscle dysfunction during remission of unilateral recurrent nonspecific low-back pain: evaluation with muscle functional MRI. Clin J Pain 2013 Mar;29(3):187-194.

La magia de la percepción

La magia de la percepción Elena Herrera Gómez

Percibir no es ver, ni escuchar, ni oler, ni sentir. Percibir es el proceso  constructivo de elaboración e  interpretación que hace nuestro cerebro a partir de los estímulos externos (o internos) recibidos por nuestros órganos de los sentidos. Requiere un procesamiento activo de la persona y también está determinado por nuestras experiencias, emociones… Muy a grandes rasgos, el proceso podría resumirse de la siguiente manera:

1. Un estímulo es captado por nuestros órganos sensoriales. Los receptores convierten esa información en potenciales de acción y de ahí pasa a las áreas de procesamiento primario donde ya se obtiene información del estímulo.

2. De ahí, la información pasa a un “sistema de reconocimiento de objetos” que funciona como un archivo en el que tenemos un ejemplar de cada objeto que conocemos y plantillas con sus rasgos más característicos. Este almacén nos sirve para comparar lo que estamos procesando, con todos los ejemplares que ya tenemos almacenados.

3. Con toda esa información, y muy rápidamente (en milésimas de segundo) ya somos capaces de identificar lo que estamos viendo y además podemos acceder a otras características como la funcionalidad.

¿Os suena el Doctor P? Es el famoso músico con el que Oliver Sacks comienza su libro “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”. Voy a transcribir varios fragmentos interesantes.
Ante una fotografía del Sáhara: “No miraba, si aquello era “mirar”, la fotografía sino el vacío y confabulaba rasgos inexistentes, como si la ausencia de rasgos diferenciados en la fotografía real le hubiesen empujado a imaginar el río, la terraza y las sombrillas de colores”. Mientras que cuando el proceso perceptivo está intacto, al ver, somos capaces de identificar lo que nos interesa y lo que no, los rasgos que perteneces a un objeto o a otro, para el Doctor P la percepción era algo caótico y desestructurado, había perdido la capacidad de integrar la información para formar un todo coherente, pero además no solo a través de la vista, sino también, al menos , a través del tacto.

El Doctor P tenía también dificultades para reconocer las caras, sus expresiones, también era incapaz de reconocer un objeto a través del tacto y presentaba heminegligencia (desatendía parte de su campo visual, incluso cuando rememoraba un espacio conocido para él).
El Doctor P construía el mundo como lo construye un ordenador, mediante rasgos distintivos y relaciones esquemáticas. Nada le parecía familiar y parecía perdido visualmente en un mundo de abstracciones.

Síntomas no motores en la enfermedad de Parkinson

Síntomas no motores en la enfermedad de Parkinson Elena Herrera Gómez

Aunque las características más “visibles” de la Enfermedad de Parkinson sean las manifestaciones motoras (temblor, dificultades para caminar, rigidez de movimientos…) lo cierto es que muchas de las personas afectadas tienen síntomas no motores que pueden ser hasta más molestos que los trastornos del movimiento. Los estudios muestran que es la depresión, trastornos del sueño, problemas de memoria, dolor y apatía y los problemas de equilibrio, los síntomas más molestos para las personas con Enfermedad de Parkinson (1)
Lo interesante de los síntomas no motores es que algunos de ellos pueden aparecer muchos años antes del inicio “visible” de la enfermedad. Y el problema es que no siempre se consulta al médico sobre su aparición y es muy difícil saber cuándo comenzaron exactamente.

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De entre todos los síntomas que se presentan en la tabla, la mayoría de estudios concluyen que los problemas de olfato, el trastorno del sueño REM, el estreñimiento y el exceso de  somnolencia durante el día son los que aparecen mucho tiempo antes del diagnóstico de Parkinson (2). Esto no quiere decir que todas las personas con Enfermedad de Parkinson tengan toda esa lista inmensa de síntomas (ni muchísimo menos), tampoco que a medida que la edad avance vayan a ir acumulando más y más, pero sí es muy probable que tengan algunos de ellos. Por eso, es muy importante conocerlos y reconocerlos y utilizar de manera regular algún cuestionario (3) para conocer la presencia (o no ) de estos síntomas en la consulta de neurología . Cuanto antes se diagnostique y se ponga tratamiento, mejor.

 

Bibliografía:
1. Gulati, A., Alison, F., Frauke, S., Chris, C., & Chaudhuri, K. R. (2004, January). A clinical observational study of the pattern and occurrence of non-motor symptoms in Parkinson’s disease ranging from early to advanced disease. In Movement Disorders (Vol. 19, pp. S406-S406). DIV JOHN WILEY & SONS INC, 111 RIVER ST, HOBOKEN, NJ 07030 USA: WILEY-LISS.

2. Chaudhuri, K. R., Yates, L., & Martinez-Martin, P. (2005). The non-motor symptom complex of Parkinson’s disease: a comprehensive assessment is essential. Current neurology and neuroscience reports, 5(4), 275-283.

3. Chaudhuri, K. R., Martinez‐Martin, P., Schapira, A. H., Stocchi, F., Sethi, K., Odin, P., … & Olanow, C. W. (2006). International multicenter pilot study of the first comprehensive self‐completed nonmotor symptoms questionnaire for Parkinson’s disease: The NMSQuest study. Movement Disorders, 21(7), 916- 923.

 

Elena Herrera Gómez. Neuropsicóloga

Núm. col.: O-02906 (Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias)

Trucos para lograr un desbloqueo en Parkinson

Trucos para lograr un desbloqueo en Parkinson FisioAso

Una de las características específicas en el paciente con Enfermedad de Parkinson, son los episodios denominados «freezing» o de congelación, también llamados bloqueos, que se producen mientras la persona anda, y conforman un síntoma limitante por el desarrollo de las actividades de la vida diaria. No todas las personas afectadas por Parkinson tienen ésta manifestación, pero bien es cierto que en fases medias en el avance de la enfermedad, suele aparecer junto con otras complicaciones motoras. Existen algunos pequeños trucos que favorecen el  volver a «arrancar» una vez aparece ese bloqueo.

Cabe destacar que cada persona afectada es distinta, y que a cada una de ellas le funcionará un sistema, mientras que a otra no. Además, hay que tener en cuenta el estadío o progreso de enfermedad en que se encuentra cada una de ellas, además de las capacidades que estén más conservadas o en menor afección. Pero vayamos al lío:

1.- Contar: cuando la persona se encuentra un estado de «congelación», es decir, que no puede dar un paso hacia adelante, a algunas personas les va bien mantener una cuenta de los pasos que están dando préviamente, como si de pasos de baile se tratara. El típico 1, 2, 3, 4… y posteriormente volver otra vez al 1, 2, 3, 4… Nunca que el contar se vuelva un esfuerzo cognitivo, es decir, que contar no ocupe la atención completa de la persona (como podría ser 1876, 1877, 1878…). Y si además, ese contar, es con un ritmo predeterminado, mejor.

2.- Ritmo: El ritmo que nos puede ofrecer un metrónomo con su «tic tac» característico, va en relación a la velocidad y cadencia de los pasos a la hora de caminar, dando una orientación de cómo hacerlo, llevando la atención de la persona hacia el ejercicio de seguir temporalmente los pasos. De ésta manera, tenemos una constancia interesante que puede seguir la persona afectada.

3.- Visual: la colocación de objetos en el suelo, delante de la persona que está justamente en fase «freezing», como por ejemplo, unos aros, bloques, bastones o simplemente una línea dibujada en el suelo, hace que la persona afectada active una serie de programas motores distintos al caminar, que en consecuencia traerán el paso. Una vez iniciado el paso, el siguiente ya va automáticamente, de tal manera que se vuelve a activar el programa del caminar. En el momento que en el suelo haya un patrón específico de objetos, como por ejemplo, una línea de aros separados a la misma distancia, hace que la persona vaya colocando el pie dentro de ellos de forma constante y progresiva, de tal manera que al final, la persona camina. Otro ejemplo que puede que nos deje el concepto más claro, es pisar sólo las rayas blancas en un paso de cebra.

4.- Tacto: otra reacción a tener en cuenta, es la respuesta específica que puede generar el tacto. Como por ejemplo, cuando la persona está en estado bloqueado, colocar nuestro pie delante del suyo, como si quisiéramos hacerle la zancadilla, siempre que toquemos ligeramente la punta de su pie, de tal manera que la persona cuando quiera avanzar, tenga que levantar el pie del suelo para no chocarse con el pie que colocamos como elemento a esquivar.

5.- Imaginar: la imaginación es un grado muy importante a la hora de moverse. De hecho muchos estudios sobre un apasionante tema como la Imaginería Motora Gradual, demuestran resultados muy interesantes en problemática como es el dolor crónico, la pérdida del control motor, lesiones medulares, etc. La cuestión es que la activación de la preparación al movimiento, es un elemento fundamental que en Parkinson se ve claramente alterado. Es por ello, que trucos como el de imagine que usted está en la legión, ande como un soldado, pise usted la uva tras la vendimia, suba unas escaleras imaginarias, arranque una moto, o levante el pie para atarse los zapatos, son unos cuantos ejemplos que pueden desbloquear e iniciar la marcha.

6.- Música: escuchar música y bailar. Es un fenómeno precioso que se da en muchas personas con afectación de Parkinson, donde siguen un ritmo y una concetración en los pasos a seguir sin perder ese «son sabrosón» que da tanta vida y alegría. El hecho es que muchas personas se ponen cascos y música para evitar los bloqueos, y es una medida sencilla y práctica para poder seguir los pasos para desplazarse.

7.- Coordinación: algunas personas han vivido o desarrollado al largo de su vida, algún tipo de habilidad aprendida relacionada con el caminar. Un ejemplo práctico sería, en una persona que sufre actualmente Parkinson y bloqueos a la hora de caminar, como toda su vida jugó a baloncesto (caso verídico), sólo es capaz de caminar sin que aparecieran esos bloqueos, botando un balón mientras anda.

8.- Por último y no menos importante, un control en los estilos de vida, relacionados con la medicación. Es decir, en la medicación con personas afectadas de Parkinson, es muy típico la aparición del fenómeno ON/OFF, y eso significa que durante unas horas del día (tras la toma de la medicación) están en fase ON o activa, y otras están en fase OFF o menos activas (donde se manifiestan los bloqueos). La idea es hacer coincidir las fases ON en las horas que se está haciendo actividad, como podrían ser las terapias, limpiar la casa, irse de paseo, o lo que sea, mientras que la fase OFF coincide en horas de descanso, como durante la noche, tras comer, etc.

SEUGN LSA IVNESTGICIANOES

SEUGN LSA IVNESTGICIANOES Elena Herrera Gómez

Seguramente una gran mayoría nos hemos encontrado con mensajes de este tipo, en emails, Facebook o navegando por Internet. No hace falta que transcriba lo que pone, porque seguramente habéis podido leerlo y comprenderlo sin ningún problema. La idea está clara: cuando nos enfrentamos a una palabra, la leemos como un todo y le damos un significado.

¿Esto ocurre siempre? NO.

De manera muy básica: esto pasa porque la lectura se hace a través de dos vías distintas aunque complementarias: la vía léxica y la vía subléxica. ¿Para qué sirve cada una de ellas? Principalmente para leer palabras conocidas y palabras desconocidas. Nuestro idioma es transparente, esto quiere decir que cada una de nuestras letras tiene un sonido (y las excepciones siguien siempre unas reglas, por ejemplo la C de Casa se pronuncia distinto que la C de Cereza). Esto no pasa con otros idiomas como el inglés, en el que en función de las palabras, las letras tienen un sonido u otro. Por ejemplo, el nombre «Sam» y la palabra «same» aunque tienen la misma sucesión de letras «S – A – M», la A se pronuncia de manera distinta. Al inglés se le denomina un idioma opaco.

La vía léxica se activa cuando leemos palabras que conocemos. Sin embargo, cuando leemos una palabra por primera vez, sí que es necesario convertir los grafemas (letras) en fonemas (sonidos) y con todo, dar un significado (si es que tiene). A esta vía de lectura se le llama subléxica. Por ejemplo, si leéis MOPINO, como es una pseudopalabra (o palabra inventada) tenemos que leer letra a letra y convertir los grafemas en fonemas. En este caso, no activamos ningún significado, porque no lo tiene. La vía léxica es la que hemos activado para leer el texto de la imágen. Como a lo largo de nuestra vida nos hemos expuesto a la lectura de palabras, somos capaces de, viendo unos detalles, saber de qué palabra se trata sin necesidad de analizar cada uno de sus grafemas.

Nuestro cerebro va guardando todas las palabras que conocemos (en el almacén léxico) y por eso somos capaces de reconocerlas y comprenderlas tan rápido. Esta es la vía léxica de la lectura y es la que nos permite leer Hollywood y pronunciarlo así /ˈhɑl·iˌwʊd/.

 

 

Tiempo es cerebro

Tiempo es cerebro FisioAso

La detección de la sintomatología que genera un ictus, es crucial para lo que  posteriormente viene después, puesto que a través de una rápida atención, los neurológos, neurocirujanos y todo el equipo que conforman las unidades de ictus, pueden actuar con mayor rapidez y eficiencia, de tal manera que las secuelas puedan ser menores.

Y ésta detección, es por parte de toda la sociedad, seas o no profesional de la salud, es elemental. Pensemos que el ictus es la causa de muerte por enfermedad con mayor incidencia de nuestro país, por encima del cáncer, y para más fastidio, de las que deja secuelas con mucha variabilidad, como motoras, lenguaje, memoria, sensitivas, etc. dependiendo del área del cerebro que se ha quedado sin irrigación.

Para detectar si a una persona le está dando un ictus, es crucial tener algún truco para recordar en qué tenemos que fijarnos, para rápidamente llamar al 112 y que la persona pueda ser atendida en la menor brevedad posible. ¿Por qué el tiempo es crucial? Porque en el ictus se obstruye una arteria, o directamente se rompe, dejando a las neuronas sin oxígeno (porque la sangre es la que transporta el oxígeno) y de ésta manera mueren. Y el cerebro, caprichoso en sí, cuanto más tiempo está sin «respirar», mayor es el daño quese puede producir.

¿Qué cosas tener en cuenta? Pues personalmente me gusta el palabro que usan los ingleses para acordarse, como es FAST (que significa rápido).

F: de Face (Cara). Uno de los síntomas característicos puede ser la debilidad de la musculatura en la cara así como de la lengua, puesto que la zona en la que se está generando el daño, está relacionada con la inervación (los nervios que van hacia la cara, ya sean los encargados de mover los músculos de la cara, lengua o tragar) y la zona del cerebro que los controla. Un ejemplo observable es el de esta chica americana que se grabó mientras le estaba dando un ictus en el coche, donde podemos ver el labio caído, la dificultad en abrir el ojo izquierdo y la dificultad que todo ello genera a la hora de hablar.

A: de Arm (brazo). Se le pide a la persona que levante los dos brazos a la vez, y si se observa una falta de fuerza del lado afectado, le cuesta mucho levantarlo, o lo levanta mucho menos, o directamente no lo puede ni levantar, sospecha que le esté pasando un ictus. En el video anterior, la chica nos contaba cómo en el brazo izquierdo le faltaba fuerza, sentía un hormigueo en la mano y los dedos, y cómo el movimiento de esa mano y esos dedos, se volvía más lento y torpe.

S: de Speech (Habla): eso que parece un pequeño lapsus, como que dice cosas sin sentido, o no le salen las palabras y hace que las busca en su memoria, o simplemente no sabe explicar lo que le pasa, pero la persona sabe que le está pasando algo. Un ejemplo clarísimo y en directo, fue el de Alfredo Landa en la entrega de los Goya, donde curiosamente la gente no sospecha de todo lo que os estamos hablando, y hasta de hecho, parece que aplaudan al mismísimo ictus… Obviamente no es así, pero quizás si se hubiera tratado de algo más grave, y se hubiera detectado más rápidamente, las secuelas que le hubieran quedado, tras la intervención precoz sanitaria, serían mucho menores.

T: de Time (Tiempo): Tiempo a coger el teléfono rápidamente para llamar al 112 si ocurre cualquiera de las 3 que hemos descrito anteriormente, porque tú puedes salvar vidas, o tú puedes evitar que hayan mayores secuelas para la persona afecta.

 

Bibliografia:

– Guia de Pràctica Clínica del’Ictus. Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques. Barcelona; 2005. Disponible en: www.aatrm.net/pdf/gp05ictusca.pdf

– Díez-Tejedor E (ed.). Guía para el diagnóstco y tratamiento del ictus. Guías oficiales de la Sociedad Española de Neurología. Barcelona: Prous Science, 2006.

– Vivancos J, Gil Núnez A, Mostacero E. Situación actual de la atención al ictus en fase aguda en España. En: En: Gil Núñez A (coordinador). Organización de la asistencia en fase aguda del ictus. GEECV de la SEN. 2003: 9-26.

Diferenciación estructural

Diferenciación estructural FisioAso

Término curioso para describir un pequeño paso a tener en cuenta en el razonamiento clínico del profesional, para descartar problemas tanto estructurales, como cognitivos, perceptivos, mecánicos y/o funcionales. Cada vez que intensifico conversaciones interprofesionales sobre casos particulares de pacientes que vienen a consulta, cómo desde por ejemplo la neuropsicología, que ponen a prueba procesos cognitivos a través de tareas para descartar problemática específica de un proceso cognitivo u otro, afinando y ajustando la problemática principal del paciente, poniendo o quitando carga de un proceso cognitivo específico (memoria, atención, orientación espacial…), con un objetivo muy claro, saber cual es la causa de la problemática. Lo mismo realizamos desde el área de la fisioterapia, valoramos estructuras neurales, estructuras articulares descargando mecánicamente esas neurales, ponemos a prueba problemas perceptivos y de sensibilidad, o evaluamos procesos que interfieren en el estado físico de la persona, como podría ser el miedo, la inseguridad, entre otros muchos, que aumentan claramente el tono muscular y espasticidad de la persona. De ésta manera, afinas cuál es el origen de la problemática, buscando una correlación entre los hallazgos y el tratamiento a aplicar, siempre y cuando tras esa intervención, vuelvas a evaluar si existen cambios objetivables.

Esto se hace en todas las profesiones de la salud, en mayor o menor medida, y creo que más bien depende del profesional que esté trabajando, porque cada maestrillo tiene su librillo, sin duda, pero la capacidad operativa y el sistema de estar pensando y razonando las respuestas del paciente, de una manera objetiva, debe ser el modo en el que todos tenemos que movernos. Porque aplicar por aplicar es absurdo. Aplicar un masaje, una técnica, un ejercicio cognitivo simple, como distracción, no es un procedimiento adecuado para intervenir profesionalmente con ningún paciente, y mucho menos con patología neurológica, que la severidad lesiva es más chocante.

Y por supuesto, tener una metodología basada en la reevaluación constante, y nos referimos a pequeñas pruebas estandarizadas fáciles y rápidas de aplicar, para saber constantemente si el proceso de tratamiento y razonamiento que estoy usando con mi paciente, o en mi paciente, está provocando cambios reales, objetivables y relevantes para la persona. En fisioterapia por ejemplo, el uso de los tests neurales (estandarizados) de forma activa o pasiva, la medición de los rangos articulares o la ejecución de una función en concreto, son algunos de los ejemplos sobre los que partir y reevaluar, tanto en la misma sesión que se está haciendo, como tener una referencia (o medidas de referencia) para las sesiones posteriores. De ésta manera sí se puede registrar la evolución,

Por tanto y concluyendo, debemos tener una capacidad operativa sensata, humilde, crítica, basada en la observación y en las herramientas de puesta a prueba objetivas, para tener una idea de que la técnica manual, funcional, cognitiva, o el tratamiento del que se trate, sea reevaluado y testado, pasa saber a ciencia cierta, si voy por el buen o mal camino. Errar es de humanos, ignorar no debería serlo.

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