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Palabras perdidas o dificultades para decir la palabra que quiero

Palabras perdidas o dificultades para decir la palabra que quiero 640 360 galva

El hecho de no poder encontrar la palabra que uno quiere para expresar algo, es una sensación extraña si no ocurre con mucha frecuencia, pero cuando ésta se convierte en la norma o en el día a día de la persona, la cual se ve que para todo tiene que dar una explicación entonces la percepción es de agobio e impotencia. Ante una situación en la que no puedo decir los nombres de personas de mi familia u conocidos, de las prendas de vestir, de los objetos comunes, de los alimentos, o animales es cuanto menos “rara” es una llamada de atención de que algo está sucediendo en nuestro cerebro y que afecta a nuestro sistema de producción oral.
Cuando una situación como la descrita previamente es menor, me pasa de vez en cuando, pero la familia o mi entorno saben a lo que me refiero con la explicación, gesto o palabra común más genérica habitualmente compensamos bien, por lo que se le puede atribuir a diferentes causas menores, entre las cuales puede estar el estrés como factor pasajero. No obstante, cuando dicha situación, dificultad de nombrar personas, objetos, lugares es reiterada, entonces hemos de pensar en buscar ayuda, para saber qué causa dicho trastorno y cuanto antes se valore e intervenga mejores resultados se verán cara a la calidad de vida de la persona que lo padece.
La dificultad de nombrar se conoce como ANOMIA o trastorno de producción oral; no obstante, los trastornos de la producción oral son varios, pues dependen de diferentes procesos que interviene en el habla; y en función del proceso que se vea dañado las manifestaciones serán diferentes.
Así hay al menos tres grandes tipos de anomias; más las combinaciones entre ellas.

Anomia pura

cuando se tiene la sensación de que sabes qué quieres decir, pero no te sale la palabra en ese momento, hablamos del fenómeno conocido como “tenerlo en la punta de la lengua” / “tip of the tongue”. Este fenómeno aunque ocurre en personas sin anomia, cuando su aparición es muy frecuente indica que la persona inicialmente no presenta dificultades de comprensión, pues sabe qué quiere decir, es decir, su sistema semántico está bien, sino que sus problemas están en encontrar la palabra para expresar lo que están pensando. Es decir, tienen problemas en el almacén cognitivo conocido como léxico-fonológico; que es el sitio donde tenemos almacenadas las etiquetas abstractas (nombres) de las palabras oídas a lo largo de la vida. Por lo tanto, cuando trata de decirlo, lo más frecuente es que se explique usando un circunloquio, dar un rodeo para llegar la palabra, o emplear términos genéricos tipo “cosa, chisme, bicho, esto, aquello” o sirve para… o se usa en tal sitio, un discurso lleno de palabras “vacías” pues no dicen nada, si no se acompaña del gesto o un contexto que ayuda interpretar lo que la persona desea expresar.

Anomia semántica

en este caso al contrario que en el anterior lo que se ve dañado es la red conceptual, de los conocimientos generales que poseemos o el llamado sistema semántico. La dificultad de nombrar aquí es más generalizada, pues se acompaña también en dificultades de comprender determinadas palabras. Digamos que nuestros conocimientos genéricos adquiridos a lo largo de toda la vida (de cualquier modalidad: hablada, escrita, dibujo, imagen) o el sistema semántico están organizados por categorías o familias de palabras, por lo que tenemos diferentes tipos de palabras dentro de él, así que el daño en dicha estructura puede afectar tanto la comprensión como la producción de tales palabras. Así, hay personas que tienen problemas en nombrar a una categoría de palabras pero no otra, por ejemplo: animales, nombres de persona o lugares. Las dificultades de nombrarlo suelen observarse tanto cuando la persona trata de evocar el nombre, como cuando está viendo el objeto, así como en categorizar por ejemplo dibujos/ imágenes pertenecientes a una u otra familia de palabras. Y suelen cometer errores de tipo semántico; por lo que recuerdan que es una fruta, un animal u objeto, aunque emiten otro nombre: gato por perro, mesa por silla, o manzana por mandarina. En este tipo de anomia la imaginabilidad de la palabra a querer nombrar es determinante en el rendimiento, así las palabras más fáciles de imaginar o más concretas como casa, mesa, balón, o zapato son más fáciles que tristeza, alegría, o conflicto.

Anomia fonológica

aquí la persona, sabe qué quiere decir, sabe cómo se dice, pero a la hora de tener que decirlo algo sucede en el mecanismo de selección de los sonidos que corresponden a esa palabra que se ven alterados y de pronto de la palabra que intencionalmente se quería decir a la que se dice hay una variabilidad enorme, por lo que el resultado en la mayoría de las ocasiones es un neologismo, una palabra nueva ejemplo: pájaro en paraja-parajo…no, escrito en esbrintro/ exgrintio. Es decir, el daño está en el almacén de fonemas; que además afecta a cualquier modalidad que use lenguaje oral: habla (espontánea y denominación), repetición así como la lectura en voz alta. La persona es consciente de los fallos, y en algunas ocasiones consigue por aproximación acertar la palabra con varios intentos. Suele haber una buena expresión de las palabras muy frecuentes o los automatismos del habla, los saludos, respuestas cortas. La variable determinante del rendimiento en las personas con anomia fonológica es la longitud de la palabra a querer expresar, es decir cuantos más sonidos tenga que pronunciar mayor es la posibilidad de error.

 

Los trastornos de producción del habla o las anomias, aunque aparecen así de forma aislada como se han descrito, pueden aparecer también combinaciones entre ellos, por lo que la expresión y comprensión pueden verse más alteradas. Aunque hay manifestaciones de las anomias de forma aislada, estas principalmente aparecen dentro de las afasias y también se observan e muchas enfermedades neurodegenerativas que impliquen un nivel de procesamiento en los niveles de lenguaje mencionados aquí, como en la enfermedad de alzheimer o la demencia fronto temporal (afectado el sistema semántico).
Si conoce a alguien que le pasa esto con frecuencia, ya sabe que la solución está en pedir ayuda profesional para determinar la causa y además valorar la posibilidad de recuperación. Contacte con nosotros sin compromiso y le informamos con más detalle.

 

Referencias:
Cuetos Vega, F. (1998). Evaluación y rehabilitación de las afasias: Aproximación cognitiva. Editorial Médica Panamericana.

González Nosti, M., & Herrera Gómez, E. (2019). Evaluación neuropsicológica del lenguaje.

Cuetos, F. (2003). Evaluación de las afasias desde la neuropsicología cognitiva. Revista Chilena de Fonoaudiología, 4(1), 7-16.

Vega, F. C., Nosti, M. G., Jiménez, L. M., Mantiñán, N., Olmedo, A., & Chocano, A. D. (2010). ¿ Síndromes o síntomas en la evaluación de los pacientes afásicos?. Psicothema, 22(4), 715-719.

El control de la cadera en la marcha tras ictus

El control de la cadera en la marcha tras ictus 226 223 FisioAso

En la rehabilitación de la marcha en personas que han sufrido un ictus, muchas veces nos encontramos con inestabilidades en el equilibrio, donde de hecho, existen muchas escalas de evaluación que ponen a prueba tanto la marcha como las reacciones propias ante un desequilibrio.

Nos ha llamado especial atención el siguiente estudio en referencia a la marcha y el equilibrio.

«Effects of hip abduction and adduction accuracy on post-stroke gait»

En él, se plantea que los mecanismos de desequilibrio durante la marcha en los pacientes con ictus, que no acaban de quedar claros. Se plantean la hipótesis de que ello se debe al lanzamiento de la pierna parética de modo aleatorio en un mal posicionamiento, y es por ello que se desequilibran y caen. Por tanto, asignaron el movimiento de control de abducción y adducción de la cadera como más relevante en el desarrollo de la marcha.

Analizaron a 35 sujetos (12 de ellos como control) con la capacidad de adducción y abducción de cadera en decúbito supino, insistiendo en un trabajo de propiocepción junto con control motor, como ejercicio planteado en su intervención. Encontraron una relación directa con los resultados obtenidos, siendo la estabilización de la pierna en ese plano, lo más relevante dentro de la propia marcha. Este trabajo daba como resultado la reducción de la inestabilidad, generando una nueva estrategia de movimiento, siendo la abducción modificada, y por tanto, la más relevante.

Nos quedamos con éstas recomendaciones que plantea el estudio:

– La movilidad funcional de las personas con accidente cerebrovascular a menudo está limitada por la inestabilidad de la marcha.

– La colocación precisa mediolateral del pie ayuda a estabilizar la marcha.

– Las personas con accidente cerebrovascular fueron menos precisas para adducir su cadera parética.

– La precisión de la abducción de la cadera fue predictiva sobre rendimiento de la marcha en el accidente cerebrovascular.

Para descargar el artículo: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5420502/

Simetría y ponerse de pie

Simetría y ponerse de pie 320 180 FisioAso

Uno de los elementos que suele cambiar para las personas que han sufrido un ictus es la manera de levantarse estando sentados. Muchos profesionales que se dedican a la neurorrehabilitación tratan de trabajarlo, lo cual puede generar un pequeño conflicto con cuidadores y familiares, oyéndose la típica expresión: «Levántate como te dice el fisioterapeuta o terapeuta ocupacional».

Y ya si queremos rizar el rizo, tampoco existe consenso entre profesionales de la neurorrehabilitación acerca de la norma de levantarse de manera simétrica, generando movimiento «normal», sino que muchas veces se deja al paciente que se levante como quiera o pueda.

Sin embargo, queremos presentaros el siguiente estudio:
«The effects of upper and lower limb position on symmetry of vertical ground reaction force during sit-to-stand in chronic stroke subjects»

En este estudio, se investigaron los efectos de la posición del brazo y de la pierna a la hora de levantarse, y si tenían repercusión en las fuerzas reactivas que se realizaban en el suelo para poder llevar a cabo la función de levantarse.

Para ello estudiaron a 22 pacientes que se sentaban y levantaban en 2 posiciones distintas de brazo y en 3 de pie, midiendo la fuerza que se generaba en el suelo mediante dos platos de fuerza, uno en lado derecho y otro en izquierdo. Las 2 posiciones distintas de los brazos eran: simétricos colocados a lo largo del tronco, y agarrados. Las posiciones de las extremidades inferiores fueron simétrica, asimétrica y con la pierna no parética sobre un step.

Los resultados obtenidos fueron destacados en la simetría a la hora de ejecutar la acción, siendo ésta la que obtuvo mayor participación de pierna parética sobre el uso, la fuerza y la biomecánica de ejecución de la acción.
Así pues, a nivel neurorrehabilitador, interesa tanto su uso, su ejecución biomecánica así como la fuerza, que influencian en ésta actividad de la vida diaria (equilibrio, estabilidad y marcha).

Para descargar artículo: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5851355/

Dolor neural a nivel periférico,¿un problema de compresión o de inflamación?

Dolor neural a nivel periférico,¿un problema de compresión o de inflamación? 1101 630 FisioAso

En el ámbito de la neurología las patologías pueden aparecer a nivel central o periférico, como consecuencia de un inicio súbito o de un proceso degenerativo, involucrar una o varias áreas del sistema nervioso… etc., el abanico es amplioe inclusonos podemos encontrar con patologías con  características muy particulares.Sin embargo, el dolor es una constante que se repite en muchas ocasiones, incluso puede no manifestarse por parte del propio paciente, al quedar sumergido bajo un mar de alteraciones perceptivas pero siendo clínicamente cuantificable, en posturas, al observar oevaluarmediante escalas o test ortopédicos.

En esta ocasión nos vamos a detener en el denominado dolor neuropático, es decir, al originado como consecuencia directa de una lesión que afecte al sistema somatosensorial, bien a nivel periférico o bien a nivel central, sin relación con la activación de nociceptores, descrito así por la Asociación Internacional para el Dolor (IASP) (1).

¿Qué connotaciones tiene esta definición y cómo nos va a resultar de relevante para lo que queremos hablar? Bien, está descrito que se manifiesta alodinia (percepción de dolor  a estímulos mecánico)como respuesta sensorial a estímulos de bajo umbral para fibras Ab mecanosensitivas aferentes a nivel de la médula o como diferentes estructuras adyacentes al sistema nervioso pueden generar procesos de dolor(2).

Esto es debido a patomecanismos de estructuras como músculos, articulaciones, o por otras causas como traumatismos, que a través de fibras C amielínicas del nervi nervorum conducen estos estímulos, que interpreta como nocivos, provocando respuestas de dolor neuropático.

De hecho, la inflamación y compresión juegan un papel fundamental en este sentido, ya que la inflamación, relacionada con factores químicos, hace que aumente la densidad y mejore la conducción de canales iónicos, pudiendo dar lugar a descargas ectópicas, o zonas generadoras de impulsos anormales (3). Por otro lado, la compresión genera parestesia, sin mayores complicaciones en individuos sin patología, pero ésta, mantenida en el tiempo y aunque sea suave, es suficiente para que aparezcan mecanismos de inflamación intraneural, asociado con dolor neuropático (4), incluso pudiendo derivar en procesos de isquemia, deteriorando vainas de mielina y permeabilidad de células sanguíneas a nivel periférico.

A todos estos fenómenos periféricos, sumémosles los que per se aparecen tras un daño cerebral, como el instaurado inmovilismo que prima en estos pacientes (dificultades para moverse, mucho tiempo sentados o tumbados, poca motivación o estímulos) suma y dificulta cambiar hábitos y entender el porqué nos puede llegar a costar el tratamiento del paciente.

Ahora que hemos dado un poco de luz en estos términos:

¿Qué prioridad dais a estos procesos periféricos en el día a día con vuestros pacientes?

¿Cómo lo gestionáis con el entorno familiar?

¿Qué herramientas usáis para evitar proceesos adversos?

AUTOR: Alberto Santos, fisioterapeuta.

BIBLIOGRAFÍA

1-Haanpa M, Attal N, Backonja M et al. NeuPSIG guidelines on neuropathic pain assesment. Pain. 2011- p2204-5.

2- Ailianou A. et al. Review of the principal extra spinal pathologies causing sciatica and new MRI approaches.Br J Radiol. 2012 Jun;85(1014):672-81.

3- Devor M. sodium channels and mechanisms of neuropathic pain. J Pain. 2006;7(1Suppl 1):S3-s12.

4- Schmid AB,  Coppieters MW. Local and remote immune mediated inflammation after mild peripheral nerve compression in rats. J Neuropathol Exp Neurol. 2013;72(7):662-80.

 

Movilización neural de la extremidad inferior en ictus

Movilización neural de la extremidad inferior en ictus 450 281 FisioAso

Fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas, cada vez tenemos más en cuenta la capacidad mecánica del sistema nervioso en pacientes que están en programas de tratamiento neurorrehabilitador, interviniendo específicamente en neurodinámica, en caso de que el paciente así lo requiera.

El hecho es que hay pocas publicaciones que hayan elegido este camino, y sin embargo, nos llama la atención el siguiente estudio:
«Effects of the Nerve Mobilization Technique on Lower Limb Function in Patients with Poststroke Hemiparesis»


Se plantea la movilización neural en este estudio debido a la reducción de la capacidad mecánica del nervio ciático en pacientes con ictus, influyendo en la capacidad de la extensión de la rodilla, la excesiva inclinación pélvica y la repartición de cargas, todas ellas analizadas durante la marcha.

Una cuestión que plantea el estudio, y creemos que los tiros deben ir por allí, es la búsqueda de homogeneización de la muestra. Es decir, se busca incluir pacientes con criterio estandarizado y con problemas de mecánica neural en el nervio ciático, ya que a nivel clínico, no tienen por qué presentar todos ésta sintomatología. Para eso, sirve el razonamiento clínico.

La muestra cuenta con 20 sujetos, divididos en 2 grupos de 10. Todos los sujetos recibieron dos sesiones diarias de 30 minutos de fisioterapia conservadora, cinco veces por semana durante cuatro semanas. La terapia física conservadora se basó en un tratamiento funcional, que incluía sentarse y ponerse de pie, subir y bajar escaleras y la utilización de un step dando un paso hacia delante y otro hacia atrás. El grupo experimental además, recibió la movilización específica del nervio ciático de forma pasiva como añadido a la terapia.

A nivel de resultados, hubo diferencias significativas entre los dos grupos en la presión (es decir, la carga sobre el suelo), el balanceo, la presión en la carga de la deambulación, el ángulo de la articulación de la rodilla y los resultados funcionales de la prueba de alcance después de la intervención durante dos y cuatro semanas.

Discusión: la técnica neural que se aplicó es cuanto más, discutible, puesto que se colocaba al paciente en máxima tensión neural a final de recorrido y en posición mantenida (muy irritante para el nervio) y se le aplicaba una vibración como movilización, cuando existen otros tipos de movimiento menos agresivos, más activos por parte del paciente y probablemente con mismos/mejores resultados.
Si os apetece, podemos abrir un interesante debate, al que estáis todos invitados a participar.

Para descargar el artículo: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4135219/

Dosis y neurorrehabilitación

Dosis y neurorrehabilitación 987 660 FisioAso

Las intervenciones de los profesionales de la Salud en personas con problemas neurológicos, tienen un efecto terapéutico, estudiado e investigado desde el prisma del método científico, y esto lo vemos claramente en todo el tema medicación, donde la Medicina se encarga de dosificar la cantidad que hay que administrar al paciente, así como el número de tomas al día al respecto.

Ahora bien, existen otras disciplinas dentro de las Ciencias de la Salud, concretamente en la Neurorrehabilitación, como podrían ser la Terapia Ocupacional, Fisioterapia, Logopedia o Neuropsicologia, que dentro de su ámbito de intervención, también deben ser dosificadas por tiempo y número de veces de aplicación, para conseguir el óptimo efecto terapéutico. (como las pastillas vamos).

Con este prisma, nos ha llamado la siguiente revisión sistemática:

«Increasing the amount of usual rehabilitation improves activity after stroke: a systematic review»

En esta revisión, se hizo una búsqueda sobre los tiempos habituales en neurorrehabilitación, donde se quería comparar el hecho de añadir más horas de rehabilitación y si afectaba en las mejoras funcionales en cuanto a recuperación de la extremidad superior así como la inferior.

Los tiempos de rehabilitación, por ejemplo, si se dedicaban 15 minutos al hecho de caminar para la extremidad inferior, al incrementar un 200% el tiempo, es decir, justamente 30 minutos de deambulación, aumentaban los resultados tanto en la velocidad de la marcha así como en la Rivermead Mobility Index (implicaciones funcionales de la extremidad inferior en el día a día), 10-m Walk TestFunctional, Ambulation Category…

Exactamente lo mismo pasó en la recuperación de la extremidad superior, donde los tiempos de rehabilitación habitual eran de 25 minutos al día, donde aumentando hasta un 240%, hasta 90 minutos de trabajo específico por ejemplo, de coger mediante la práctica de una pinza y levantar el objeto, se obtenían mejores resultados funcionales de la mano, medidos mediante Box and Block Test (BBT), Action Research Arm Test (ARAT), Wolf Motor Function Test.

Esta revisión sugiere que la rehabilitación adicional es factible, y que los programas necesitan aumentar en cantidad el tiempo de rehabilitación para garantizar una mejora en la actividad, tanto de la extremidad inferior como de la superior. Los futuros ensayos aleatorios que investigan aumentos sustanciales en la práctica (es decir, más del 240% de rehabilitación adicional) aclararían aún más la relación entre aumentar la cantidad de rehabilitación y la actividad después del accidente cerebrovascular. En definitiva, la dosis de terapia es importante en estos casos.

Para más información, pincha el enlace al estudio

Valoración del equilibrio y la marcha en paciente neurológico

Valoración del equilibrio y la marcha en paciente neurológico 995 662 FisioAso

Es común que ante la una patología que conlleve un daño cerebral se presenten alteraciones a diferentes niveles en el individuo, siendo de las más comunes las alteraciones del equilibrio y las dificultades o imposibilidad de realizar la marcha, siendo su recuperación parte esencial dentro del proceso de rehabilitación, ya que la recuperación de las mismas conlleva un alto grado de autonomía funcional (1).

Por ello, es muy importante tener a mano herramientas que nos permitan evaluar y objetivar datos con respecto al seguimiento y estado de estos parámetros, con el fin de clasificar y planificar dentro del proceso de rehabilitación, la obtención de medidas de referencia.

Una de estas herramientas es la escala de Berg, desarrollada en 1989, y que mide cuantitativamente el equilibrio, con validez, fiabilidad y alta sensibilidad para pacientes hemipléjicos así como de la tercera edad (2). Consta de un total de 14 ítems relacionados con la puesta en pie y diferentes movimientos una vez levantado, puntuando de 0-4. Si el resultado que se obtiene es de 41-56 puntos totales, presenta un riesgo bajo de caída, mientras, si está por debajo de 20 puntos, el riesgo es alto. Además, ésta escala también sirve como método de reevaluación para plasmar el progreso de la rehabilitación en el tiempo.

Otra de las pruebas más usadas es el conocido test de Tinetti, descrito en 1986, con el fin de detectar problemas de equilibrio y movilidad, así como determinar el riesgo de caídas sobre todo en grupos poblacionales de personas de tercera edad (3). Está formado por 2 subescalas, que evalúan equilibrio y marcha respectivamente.

Además se trata de un test que no requiere mucho tiempo, entrenamiento ni equipamiento, siendo sensible a los cambios clínicos y evaluando con precisión los parámetros de marcha y equilibrio mencionadas anteriormente. La primera subescala consta de 9 ítems con una puntuación sobre 16, y la segunda de 7 y puntúa hasta 12.

Es interesante comentar que en la evaluación de la marcha en el test de Tinetti no hay un análisis de esta como tal, sino que se enfoca en detectar problemas en esta y ver el desempeño en la capacidad funcional.

La cuestión sería: ¿Cuál de las dos utilizáis en vuestro día a día? ¿Cuál de las dos veis más útil para el paciente neurológico? ¿Ventajas e inconvenientes?

¡Animaros a comentar!

Autor: Alberto Santos, fisioterapeuta

Bibliografía:

1- Tyson SF, Hanley M, Chillala J, Selley AB, Tallis RC. The relationship between balance, disability, and recovery after stroke: predictive validity of the Brunel Balance Assessment. Neurorehabil Neural Repair. 2007 Jul-Aug;21(4):341-6.

2- Berg KO, Maki BE, Williams JI, Holliday PJ, Wood-Dauphinee SL. Clinical and laboratory measures of postural balance in an elderly population. Arch Phys Med Rehabil. 1992 Nov;73(11):1073-80.

3- Tinetti ME, Williams TF, Mayewski R. Fall risk index for elderly patients based on number of chronic disabilities. Am J Med. 1986 Mar;80(3):429-34.

¿Puede la depresión reducir la capacidad neuroplástica del cerebro?

¿Puede la depresión reducir la capacidad neuroplástica del cerebro? 1200 675 FisioAso

Puede ser habitual encontrarse a pacientes neurológicos de variada índole con síntomas de depresión, y es que el contexto puede tener mucho que ver. Tras un Daño Cerebral Sobrevenido, por ejemplo, un Traumatismo Cerebral o un ictus, la persona tiene una nueva situación biopsicosocial, la cual debe hacer frente de la manera que pueda, y muchas son las reacciones ante esta nueva situación.

Es por ello, que la necesidad de intervención, tanto por parte de neurología como psicología clínica, pueden ser claves para el inicio de una correcta neurorrehabilitación, ya que la parte activa por parte del paciente a la hora de realizar terapias, es fundamental para una recuperación óptima.

El hecho además, que nos llama mucho la atención, es el siguiente estudio:

«Neuroplasticity in Depressed Individuals Compared with Healthy Controls»

En este estudio, se comparó la función motora y el aprendizaje motor de 23 pacientes con depresión con un grupo control de 23 sin depresión, junto con las capacidades neuroplásticas mediante el paradigma de la estimulación cerebral.

El hecho es que en ambos grupos se realizó Estimulación Magnética Transcraneal en el córtex motor de varios músculos de la mano, generando pues, un potencial motor evocado. Como resultado observaron que las amplitudes del impulso nervioso estuvieron significativamente aumentados en comparación a los sujetos deprimidos.

También, se realizó el estudio de una tarea concreta motora de la mano, como era seguir con el ratón del ordenador, un círculo rojo a diferentes velocidades y distintas formas. Los resultados fueron que el grupo control tuvo mejores capacidades de aprendizaje motor que en los sujetos depresivos, lo que nos lleva a pensar en nuestros pacientes neurológicos, como en Daño Cerebral Adquirido, Parkinson (20% de la población con depresión) o enfermedades neurodegenerativas, pueden llegar a tener problemas no sólo de índole de entorno biopsicosocial, sino que además, la neurofisiología referente a control motor o aprendizaje de éste, también influyen en la rehabilitación física.

Para más información puedes ver el artículo al completo en: https://www.nature.com/articles/npp2013126

 

Sensación de pesadez en pierna parética

Sensación de pesadez en pierna parética 683 1024 FisioAso

Uno de los relatos que tienen en común las personas que han sufrido un ictus, es la sensación de pesadez de la pierna parética, tanto a la hora de caminar como simplemente estar de pie. Es más, puede manifestarse durante la puesta en pie.

Pero, esta sensación de pesadez podemos plantearla como un problema de origen muscular, donde la debilidad suele generar dificultades a la hora de moverse, implicando alteraciones tanto en la fuerza, como en la velocidad o potencia, tan necesarias para el desarrollo de actividades de la vida diaria.

Sin embargo, en pacientes que han sufrido un ictus, existen desórdenes perceptivos los cuales, «emborronan» sensaciones tan habituales como la de contracción muscular o las implicadas en la propiocepción, llevando a respuestas que no van en consonancia en lo percibido. Puede ser el caso de la sensación de pesadez en la pierna durante la marcha.

Para encontrar un poco más de luz sobre si existe un componente más perceptivo o más de debilidad en pacientes con ictus, destacamos el siguiente estudio:

» Limb Heaviness: A Perceptual Phenomenon Associated With Poststroke Fatigue? »

En este estudio se analizaron a 69 pacientes con ictus, donde 31 relataron que tenían sensación de pesadez junto con signos de fatiga más altos (4.8/7) de lo que el grupo control formado por 38 individuos sin sensación de pesadez (2.8/7). Sin embargo, no hubo diferencias en la debilidad en ambos grupos.

Este hallazgo nos lleva a pensar que existe una relación entre la percepción del esfuerzo y los problemas en el procesamiento sensorial de origen central. Por tanto, hay que tener en cuenta las alteraciones perceptivas en pacientes con sensación de fatiga, siempre registrando y analizando las capacidades de esfuerzo mediante escalas validadas, como la de Borg, a la hora de trabajar la resistencia en este tipo de paciente.

Para más información puedes descargar el artículo en: https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1545968315597071?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori%3Arid%3Acrossref.org&rfr_dat=cr_pub%3Dpubmed#articleShareContainer

Neurofisiología en la marcha atáxica

Neurofisiología en la marcha atáxica 625 400 FisioAso

Establecer un buen análisis de la marcha, es fundamental para plantear y enfocar hacia qué tipo de intervención terapéutica en pacientes con ataxia, es la más oportuna.

Para ello, nos llama la atención este estudio recién salido del horno, del 2018:

«Neurophysiology of gait on cerebellar ataxia»

En él, se realiza un análisis exhaustivo cinético, cinemático y electromiográfico en pacientes con ataxia, observándose como resultado el aumento del ancho del paso, la reducción del rango de movimiento de la articulación del tobillo con una mayor activación de los músculos antagonistas (cocontracción agonista/antagonista) y una mayor variabilidad (aleatoriedad) del paso.

Además, los pacientes con ataxia cerebelosa muestran poca coordinación intersegmental (tronco-extremidades inferiores), con un comportamiento coordinativo caótico entre el tronco y la cadera, lo que aumenta las oscilaciones de la parte superior del cuerpo que afectan el rendimiento y estabilidad de la marcha, sosteniendo un círculo vicioso que transforma la parte superior del cuerpo en un generador de perturbaciones.

Es por ello, que un trabajo abdominal junto con la coordinación intersegmentaria, genere cambios en la estabilidad del tronco tanto en el equilibrio como en la marcha, como medida terapéutica a trabajar. En la imagen, un paciente con ataxia cerebelosa, trabajando la contracción mantenida abdominal, con el objetivo que se plantea en el estudio.

Además, resulta más que interesante el trabajo de control motor en el tobillo, donde la coordinación agonista/antagonista, con una progresión en la dificultad propioceptiva (situaciones cada vez más complejas dde desequilibrio) junto con otra de fuerza, pueden ser relevantes a la hora de tratar a este tipo de pacientes.

Para descargar el artículo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B9780444639561000187?via%3Dihub

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